sábado, 4 de abril de 2009
Mozzarella
La noche se apoderó de Corrientes en menos que un gato siamés al acecho lanza sus afiladas zarpillas al incauto roedor. Una brisa tibia y urbana cargada de residuos micro particulares, pregonaba incipiente el otoño bonaerense. La gente precipitadamente regresaba a casa tras el deber cumplido. El salón de las cuartetas plomizo, presente y ausente, impasible al desaliento y al futuro; contemplaba tras los gruesos cristales el devenir de los días esperando sin prisa ni pausa el fatídico cierre cotidiano. Mozo, una porción de Mozzarella y un agua con gas por favor. Como no señor. Luces de colores, bocinas, taxis, suspiros de nafta, miradas encontradas, camareros y bandejas, Bórges y el hacedor, vidas que se cruzan. El Gran Rex firme y vertical, el Opera apaisado y profundo, dos colosos enfrentados, un derroche de fachadas. Pensaba yo en este mundo que nos toca, hasta cuándo y el porqué, en mis padres y en los tuyos, en lo perdido y acerca del amor y del fracaso, en el desesperado anhelo mas allá de los cincuenta, cuando una hermosa y diminuta criatura de mirada ausente y de mesa en mesa, mostraba entre la jungla indiferente objetos inútiles reclamando sin esfuerzo una limosna, al pronto frente a mi la tuve un instante; con un lenguaje deslavazado me expuso su insondable mercancía. Dos pesos yo le di con un profundo dolor apagado. Ignorándome, con sus diminutas manos, ávida atrapó el andrajoso billete seccionando el párvulo discurso y me dio las gracias; a la ligera se dirigió a la puerta con su pasito infantil, antes de traspasar la puerta volvió su mirada hacia mí y me envió como la flecha certera de un ángel de otro mundo una sonrisa impagable de cincuenta mil trillones de pesos que me perforo el alma para siempre.
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20 comentarios:
¡Ay Javier, Javierín...!, el desesperado anhelo más allá de los cincuenta.....
Dios te bendiga hermano, y que la lucidez emocional, que se agranda más allá de los cincuenta te permita escribir cosas tan hermosas y, aún más, disfrutar de ellas, y que a los demás nos llegue un cachito de esa luz.
Un abrazo siempre.
Vaya Javier, me tocaste, volviste a darme con la flecha en el corazón, a ti el párvulo con su estar y su sonrisa te dio fuerte muy fuerte, pero tu me lo has hecho llegar con la misma fuerza o así lo siento yo...
La sonrisa de un niño hace milagros, incluso en ellos mismos...la forma de captar, lo que emite una sorisa párvula,por un hombre de 50 años también puede hacer esos mismos milagros que hacen en un niño de siete por decir algo...
Geniales los cincuenta años, geniales..
Un beso de helado de vainilla, JAVIER...
Lo que más me ha gustado de esto es tu mirada. Tus ojos presentes en los detalles que pasan desapercibidos al "porteño".
Gracias por despertar esos rasgos de la ciudad que no vemos - ¿porque no queremos? -
Un abrazo!
El ritmo miserable de la ciudad de la furia convive con la indeferencia de los porteños, y en ese paso apresurado se les va la vida llena de nada, tan vacía que les vacía el alma, el ser y les nubla la vista.
Hasta que un ángel disfrazado de mendigo te regala en un gesto, en una sonrisa o en una mirada un cacho de esperanza, un pedacito de cielo, un instante de paz.
Javier gracias por tu bondad y tus palabras.
Qué lindo Javier! Cómo todo lo que escribes. Fue un placer escucharte el 14/03 en Mar del Plata y por primera vez en vivo escuchar temas que adoro como "Aquellos años verdes" y "Nunca te dije". Muchas gracias por venir y por el motivo que viniste, que no queda en la ternura que te trasmitió esa niña, sino que actuas en consecuencia. Gracias
Tube la suerte de estar ahi. muy bueno!!!
Un gran abrazo porteño.
esas miradas son las que rescatan aunque duela y nos de impotencia... seguro que valio mas que eso!
un abrazo Javier!
Muy rica la pizza de las cuartetas :P
Hola Javier, disculpa los mensajes desafinados: te invité a comer el domingo dia 5, potaje y torrijas, menú casero, familiar, pensé que te gustaría estar con nosotros. A mi me viene y me va una gana y otra de verte desde el último día que fugazmente pudimos hablar unos minutos en Navacerrada. Me hice un auténtico lío. El concierto en la Sala Galileo no era este domingo, sino el siguiente. Mejor, este no podía ir, quizá el siguiente si. Tu voz me suena como un bálsamo, tus bromas, tu risa. No me quiero poner nostálgica. Te transcribo una bellísima carta de amor que llegó a mis manos. Es del bisabuelo de un amigo. Otras maneras de amar que quizá se han perdido. Por si te sirve de inspiración. Dice así,
Lucinda:
Ha llegado un momento en que no puedo contener por más tiempo un sentimiento de afecto íntimo hacia Ud., que abrigo dentro de mi alma. Amo a Ud., Lucinda, con toda la pasión de que soy capaz, y al hacer esta confesión siento una opresión horrible que me produce la idea de que Ud. rechace mi amor que es la única ilusión de mi vida.
Tengo vehemente necesidad de amar a Ud. mucho, ¿Me lo permite Ud.?
Considere Ud que su respuesta abre para mi un mundo de felicidad o lo cierra para siempre.
En el ínterin reciba Ud. las seguridades de la más distinguida consideración de su apasionado amigo
Puse en mi blog una carta de una ciudadana argentina dirigida a nuestra presidenta. La misma fue leída en radio Mitre. Les recomiendo leerla y, quien esté de acuerdo, que la cuelgue en su blog.
Saludos a todos!
Con la lágrima contenida
y la certeza de no entender nada
ese Buenos Aires del tango que tan brillante logras,como una fuerte pintura, se parece a la pregunta que me atacó anoche al cruzar mi cuarto, la luna encerrada afuera y casi riendo de mi estupidez me dije ¿por qué diablos elegir dormir solos? si la cama es tan tabla y la noche una planicie
oceánica..
Después el angel cruzó la puerta y me dormí con la mueca que vale tantoo..
qué lindas tus palabras Javier! esas miradas llegan a lo más profundo, te lo digo como madre, cuánto dolor, pero al mismo tiempo cuánta esperanza se deja ver en ese brillo minúscula que dejan escapar! GRACIAS por el recital del 4 de abril en la Capital...inolvidable!
Este mediodía he tenido otro viaje entre niños y niñas en un parque, todos emperifollados por la santa semana. Me han robado muchas sonrisas las pequeñas, jugando con muñecas. Una le decía a otra, yo me pido ser princesa y tú chica normal, y las muñecas han cobrado vida y la princesa le ha dicho a la chica: "cómo me gusta encontrarte, me encantan las chicas normales". Luego la chica normal se ha caído del tobogán y la princesa la ha salvado volando... usando su magia. Mientras a un lado los chicos jugaban con el diábolo a hacer piruetas. Me han venido recuerdos de mi nenuco y de jugar con mi vecina a madres separadas, que era lo que estaba de moda entonces... qué cosas! y cómo se cuidaban los unos a los otros!
Un abrazo
"La noche se apoderó de Corrientes en menos que un gato siamés al acecho lanza sus afiladas zarpillas al incauto roedor".
Consigues hacernos sonreir con gracia y con ternura.
Eres grande (no fisicamente, que también).
Recibe un fuerte abrazo.
Ironía de las palabras bien empleadas querido Javier, consigue que una imagen tan amargamente porteña se convierta en bella....
Un cálido abrazo
Eliana
Hola
Un saludo desde argentina
visiten el blog nuestro que es de servicio social, y necesitamos difusión
Gracias
un encuentro de miradas...
Tú ensimismado con las nostalgias y el dolor del lúcido.
El niño con su ardua tarea de subsistir,sin reposo para la nostalgia....
Esa sonrisa es la que da sentido a todo esto...
Hola! encantada de encontrarte por el mundo del blog. Hace un añito tuve el placer de entrevistarte desde Tenerife por tfn. para la revista de Binter.
un saludo
Que nunca te falte una sonrisa, de éste u otros mundos :)
Precioso Javier!! Gracias por escribir esto!!
un beso enorme desde este Buenos Aires.
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