lunes, 25 de enero de 2010

Un Momento

Presente me siento, al punto me excuso, me pierdo, me ausento y proyecto en mi mente un intenso lamento. Resumo en el viento que apaga del alma la llama y lo siento. Y yo que soy lento, me miento y me pierdo sediento; lo intento, me falta el aliento, quemar la agonía, el dolor y ese acento. Me importa un pimiento, esperar un momento; tanto talento. ¡Ay quien pudiera cambiar el final de este cuento!.

lunes, 18 de enero de 2010

Haití

Bajo la luz de una vela, el mundo es aún mas pequeño, el silencio se hace fuerte en el tiempo y descarga su plomiza ingravidez. Decido sin oposición poner fin a esta letanía invernal, intentaré dormir. Me acuesto con la esperanza de penetrar en un sueño profundo y reparador, pero de inmediato, todas las campanas de un mundo posible, repican en el interior del córtex. Lo de Haití es estremecedor. Como es mas fácil lavar la conciencia que reparar la historia, los gobiernos reaccionan solo en el peor de los casos posibles, cuando la naturaleza ingobernable y mas despiadada, muestra sus fauces como casi siempre a los mas pobres del planeta. Entonces, el mundo se hace mas solidario, si no es así, que cada cual aguante su vela en este universo perverso en el que los mas ricos imponen a mordiscos, como en la selva, la ley del mas fuerte. Benditos aquéllos que de forma permanente y sin esperar nada a cambio, dedican su vida a fortalecer la esperanza de los mas pobres por un mundo mas justo.

jueves, 14 de enero de 2010

Entresueño

Cuando el otoño se precipita sobre los olmos, las hojas mustias revolotean por los caminos, el sol acecha detrás de un manto de espesa niebla, proclama el viento al libre albedrío su autoridad. Se fue el verano como la flor de la adolescencia, dejo un intenso cielo de estrellas en el buzón, algarabía de golondrinas a media tarde y ese prodigio de azul marino al amanecer. Vendrá el invierno una madrugada con su permiso y ya de paso dejando un frió estremecedor, blanca y radiante brilla en la cumbre de la montaña, copiosa nieve y allá en el prado que evocador. La primavera tiene la llave del paraíso donde la vida es una explosiva recreación, que bella estampa son los cerezos enflorecidos y allá a lo lejos el canto alegre del ruiseñor. El tiempo pasa tan velozmente o muy despacito y en cierto modo la vida es una contradicción, una aventura tanto si es dura como si hay suerte, tarde la muerte en tener que un día decirme adiós.

viernes, 8 de enero de 2010

La Mirada

Tu mirada de avaricia desdeñosa y con malicia, me exaspera y me desquicia, me aniquila y ajusticia. Es nociva y vigorosa, no es ligera y es celosa, venenosa por activa es tan viva y tan golosa; que me roba de una herida la tirita y la glucosa; va limándome la vida, me hipoteca en mil pedazos, en intermitentes plazos esa mirada homicida va arañándome a guantazos entre asaltos y saqueos la paciencia en los paseos, la memoria en cada esquina sigilosa breve y fina como el agua de Bezoya; que si viene con la lluvia, va y se pierde por la... cara. Delirante paranoia no me des más ya la vara, no me acuses tu mirada faraónica y trapera, cazadora y perdiguera no me vendas despiadada tu sonrisa merengada por jolines te lo pido, no me atuses tu apellido de casposo pedigrí y si puedes dime, di; si hay detrás de tu mirada algo más que un bisturí. Tu mirada es rencorosa, dolorosa de calvario, más que fina es una losa como un hueso hipotecario. Estimula el apetito despiadado y usurero; la mirada del maldito, saqueador y bandolero. Es preciso defenderse de esos ojos tan nocivos, no arrimarse, desprenderse, de sus métodos coactivos. Te la dan por la patilla y además te llevan preso. Te rebanan la cartilla, "ya vestruz" te dejan tieso. No me gustan esos ojos que me apuntan desalmados, van dejando los despojos de inocentes desgraciados. Ojo a los inquisidores elegidos por decreto; venden como no, favores a granel y sin respeto. Ojo atento a esa mirada, no la pierdas ni un segundo, es terrible y depravada, la más mala de este mundo. Su sonrisa es amargada, su discurso nauseabundo, es de nota su apellido de casposo pedigrí. Bien si puedes dime di, si hay detrás de esa mirada, algo más que un bisturí.